Abejorro, nombre común de los miembros de un grupo de insectos sociales grandes, peludos y habitualmente de color negro y dorado. Viven sobre todo en el hemisferio boreal, llegando más al Norte y a mayores alturas que otras especies de abejas. Esto es posible gracias a unas adaptaciones corporales al clima frÃo especiales que mantienen los músculos del vuelo lo suficientemente calientes, además de proteger a las larvas en desarrollo en el seno de una colonia. Además, los abejorros buscan comida durante más tiempo que la mayorÃa de las demás abejas.
Las colonias de abejorros, aunque casi siempre son más pequeñas que las de las abejas melÃferas, están también pobladas por tres castas: reinas, obreras estériles y machos (zánganos). Las obreras tienen tamaños variables, tienden a visitar flores adecuadas a la longitud de sus lenguas, y tanto las reinas como las obreras llevan cestillos para el polen en las patas traseras. Las reinas jóvenes fecundadas abandonan la colonia para fundar otras nuevas, construyendo panales de cera en las madrigueras abandonadas de pequeños mamÃferos, como ratones y ardillas. Los abejorros no han desarrollado un 'lenguaje' complejo comparable al observado en los panales de abejas melÃferas.
El nido del abejorro es una cámara esférica con una única salida. La reina construye una pequeña bóveda de pasta de polen en el centro de ésta, pone en ella sus huevos y la sella con una pequeña bóveda de cera. Construye también un receptáculo hemisférico de cera en el suelo de la entrada y lo llena de néctar. A continuación se sienta sobre los huevos hasta que estos se abren, alimentándose del néctar del recipiente. Las larvas recién nacidas consumen parcialmente la pasta de polen que hay en su celda, pero más tarde son alimentadas por la reina a través de una pequeña abertura. Cuando las larvas completan su desarrollo tejen unos capullos que se endurecen y se vuelven rÃgidos.
Ciertas especies de abejorros son parásitas de los nidos de abejorros no parásitos. Los abejorros parásitos carecen de cestillos para el polen y, por lo tanto, invaden los nidos de especies emparentadas con ellos; a menudo matan a la reina y obligan a las obreras a criar a las abejas parásitas junto con las verdaderas herederas del nido. En algunas ocasiones los invasores sólo permiten que sean cuidados sus propios descendientes, y los de la antigua reina mueren.
Los abejorros son agentes importantes en la polinización cruzada.
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