Tiburón:

  • Tiburón

    Cualquiera de unas 375 especies de peces que, junto con los rayiformes y las quimeras, se distinguen claramente del gran número de especies de peces óseos por su esqueleto cartilaginoso. Los tiburones son peces versátiles y tienen sentidos muy agudos; muchas de sus especies son capaces de cazar y devorar a casi cualquier otro animal marino, tanto en mares profundos como en mares poco profundos. Estos dos rasgos explican su larga historia evolutiva; muchas de las especies de tiburones de nuestros días son muy similares a especies que nadaban en los mares del cretácico, hace más de 100 millones de años. Muestran también una gran variabilidad en lo que se refiere a su comportamiento y a su tamaño. El tiburón ballena es el tiburón más grande, y también el pez más grande de todos los mares; alcanza los 15 m de longitud. Hay especies por el contrario que miden menos de 50 cm de largo. Los tiburones son peces sobre todo marinos que viven en todos los mares, y que abundan en aguas tropicales y subtropicales. No obstante, muchas especies migran remontando los ríos, como el tiburón toro que llega hasta el lago Nicaragua, en América Central. Los tiburones son conocidos como carnívoros agresivos que incluso llegan a atacar a miembros de su propia especie, pero dos de los de mayor tamaño —el tiburón peregrino y el tiburón ballena— son animales dóciles que se alimentan de plancton, filtrándolo del agua por medio de peines branquiales.



  • El tiburón ballena:

    Es un animal filtrador que extrae plancton y pequeños peces de las aguas superficiales de los mares tropicales y subtropicales, deslizándose inmóvil por debajo de la superficie del agua. Es la especie más grande entre los peces vivos. Puede medir más de 15 m y pesar más de 18 toneladas. Representan un escaso riesgo para los seres humanos; sin embargo, se han dado casos de ataques a barcos por parte de tiburones ballena, que los confunden con tiburones rivales.

  • Anatomía interna de un tiburón:

    Los tiburones suelen tener un cuerpo aerodinámico y cinco clases diferentes de aletas que permiten la natación. Los movimientos natatorios empujan el agua hacia las branquias permitiendo a los tiburones respirar. Los tiburones carecen de vejiga natatoria, el órgano lleno de aire que permite a los peces óseos permanecer flotando y cambiar de profundidad. En cambio, grandes cantidades de grasas y aceites almacenadas en el hígado le proporcionan estabilidad.




    La mayor parte de los tiburones son de color gris y tienen la piel correosa, cubierta de pequeñas escamas placoideas afiladas y puntiagudas que, al contrario de las que caracterizan a los peces óseos, no aumentan de tamaño en la forma adulta. Tienen un cuerpo fusiforme terminado en un rostro afilado y con la boca situada en posición ventral. Presentan de cinco a siete hendiduras branquiales detrás de la cabeza. La cola es asimétrica y la columna vertebral se prolonga en su lóbulo superior (cola heterocerca). Muchas especies tienen hileras de dientes afilados enclavados en membranas fibrosas en lugar de en las mandíbulas; los dientes, que pierden a menudo al clavarlos en la carne de sus presas, son reemplazados con rapidez por otros dientes que se desplazan hasta ocupar el espacio que dejan los primeros. Las aletas y la cola de los tiburones son rígidas en vez de eréctiles, como las de los peces óseos. Desmintiendo la creencia popular, las aletas dorsales rara vez sobresalen de la superficie del agua cuando los peces nadan próximos a ésta.

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  • Los tiburones

    Carecen de vejiga natatoria y, si se quedan inmóviles, se hunden. Poseen poderosas enzimas digestivas y un pliegue epitelial especializado que forma una espiral a lo largo del intestino delgado y, que les permite absorber gran diversidad de alimentos. Los tiburones son en gran medida carroñeros; se alimentan de peces heridos, carroña, basura y otros residuos procedentes de los barcos. También se alimentan de animales como focas, tortugas, aves, ballenas, cangrejos y gran variedad de peces. Los machos se identifican por unas extensiones de las aletas pélvicas que les sirven de órganos copuladores.

  • Aleta:

    cada uno de los apéndices aplanados y membranosos que los peces y otros animales acuáticos utilizan para la locomoción. En los peces se puede distinguir entre aletas pares e impares. Las segundas son aquellas que están presentes en una sola parte del cuerpo, como la aleta dorsal, situada en el dorso, la aleta caudal, situada en el extremo de la cola, y la aleta ventral, situada junto al ano. La aleta dorsal (puede haber dos, en cuyo caso reciben el nombre de primera aleta dorsal y segunda aleta dorsal) y la aleta ventral desempeñan una función estabilizadora, mientras que la aleta caudal se encarga de la propulsión. Reciben el nombre de aletas pares las que están presentes a ambos lados del cuerpo, como las aletas pectorales, situadas inmediatamente detrás de las últimas hendiduras branquiales, y las aletas pélvicas, que son más pequeñas que las pectorales y están situadas cerca del ano. Los radios de las aletas pueden ser espinosos o blandos y flexibles; en el primer caso, la aleta recibe el nombre de espinosa; en el segundo, se habla de aleta blanda. La forma y el tamaño de las aletas es muy variable, dependiendo de las necesidades y costumbres de cada especie.

  • Tortugas:

    Nombre común de ciertos reptiles que se caracterizan por tener un caparazón duro que recubre los órganos internos del cuerpo. Las especies actuales son bastante parecidas a los fósiles de tortugas que se conocen. Los fósiles más antiguos pertenecientes a este grupo se remontan al triásico, que se inició hace 245 millones de años y finalizó hace 208 millones de años. Al contrario que los dinosaurios y muchos otros animales que se extinguieron a finales del mesozoico, hace unos 65 millones de años, las tortugas han seguido adaptándose y prosperando.

  • Ballena (mamífero), nombre común que reciben los mamíferos acuáticos pertenecientes al suborden Misticetos dentro del orden de los Cetáceos, en el que se incluyen también los delfines, las marsopas y los cachalotes. Son animales de gran tamaño; la ballena azul, posiblemente el animal más grande que haya vivido sobre la Tierra, puede superar los 30 m de longitud.

  • Las ballenas:

    tienen la piel lisa y poseen debajo una gran capa de grasa que actúa como aislante térmico. Se desplazan gracias a su aleta caudal, dispuesta horizontalmente. Han perdido sus extremidades posteriores y las anteriores están transformadas en aletas; algunas especies presentan aleta dorsal.


    Carecen de dientes y su boca está provista de unas láminas córneas o barbas, gracias a las cuales filtran el plancton o el krill del que se alimentan. Abren la boca para que penetre la mayor cantidad de agua posible; después, la cierran y presionan con la lengua contra las barbas de forma que el alimento quede atrapado en ellas.

    De las ballenas se aprovecha todo: desde su grasa, para obtener aceite; hasta los huesos o su carne, utilizada en la alimentación animal y humana. Por esta razón, han sufrido una caza intensiva que ha llevado a muchas especies al borde de la extinción. La Comisión Ballenera Internacional CBI), organismo creado en 1949, es la encargada de regular la caza de estos mamíferos. Véase también Cetáceos.

    REPRODUCCIÓN:

    A diferencia de los peces óseos, que por regla general alumbran grandes masas de crías diminutas e inmaduras, la mayor parte de los tiburones alumbran a crías grandes y bien desarrolladas, hasta un número máximo de 100 por camada. El tiburón tigre, por ejemplo, sólo da a luz a dos crías por camada. La fecundación es interna: el macho inserta uno de sus órganos copuladores en la hembra. La mayoría de los tiburones son ovovivíparos, es decir, los huevos se abren en el interior de la hembra, que alumbra crías vivas. Algunos son ovíparos; ponen huevos protegidos por una cáscara córnea con filamentos que sirven para anclarse a rocas o plantas marinas. Otros son vivíparos: las crías se desarrollan en un útero análogo al de los mamíferos. El saco de la yema del huevo se convierte en una placenta en los pliegues de la pared uterina y proporciona nutrientes al embrión. El desarrollo embrionario dura más de seis meses y, en el caso de la pintarroja del Atlántico, dura cerca de dos años. Al nacer, las crías de algunas especies grandes miden más de 1 m de longitud y son nadadores veloces que se alimentan de las mismas presas que los adultos. En muchos casos, las crías nacen en zonas protegidas próximas a la costa, lejos de los machos. Los tiburones ayunan durante largos periodos en la estación de reproducción y se mantienen recurriendo a las grandes reservas de lípidos almacenadas en el hígado. Así evitan devorarse los unos a los otros, así como a las crías.

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  • SENTIDOS Y ALIMENTACIÓN

    Los tiburones tienen un agudo sentido del olfato; son capaces de detectar vestigios de sustancias, como la sangre, en el agua, y seguirles la pista hasta su origen. La vista, aunque menos aguda, les permite percibir de forma vaga movimientos de luces y sombras en aguas oscuras cuando se aproximan a su presa. Son muy sensibles a los sonidos de baja frecuencia y tienen una audición direccional magnífica. Los órganos que poseen en las líneas laterales y el hocico les permiten captar estímulos eléctricos débiles procedentes de las contracciones musculares de los peces óseos. Esta combinación de sentidos, y su agudeza, explican su éxito evolutivo.

    Cuando cazan en bandadas, pueden incitarse entre sí hasta un frenesí devorador. Describen círculos en torno a su presa y se abalanzan sobre ella de repente, por lo general desde debajo (pero sin ponerse boca arriba, como suele creerse). No obstante, a pesar de la cantidad de buceadores, nadadores y esquiadores acuáticos que se aventuran en aguas infestadas de tiburones, se producen relativamente pocos ataques. Cuando eso ocurre, cerca de un tercio resultan mortales. Entre las especies más peligrosas para el ser humano se encuentran el tiburón blanco, el pez martillo, el tiburón tigre y el tiburón azul o tintorera.

  • ECOLOGÍA

    Los tiburones desempeñan un papel ecológico importante en los océanos, similar al de los grandes depredadores en tierra. Además de librar las aguas de residuos, los tiburones cazan a los miembros más débiles o heridos de las poblaciones de peces, ayudando así a la especie a mantener su fuerza genética. No obstante, dado que los métodos modernos de pesca han contribuido a agotar muchas especies de peces, la industria considera a los tiburones como competidores, hasta el punto de que los barcos de arrastre que pescan los camarones utilizan escudos eléctricos para proteger sus capturas. Por otra parte, dada la escasez y el precio creciente de muchos pescados para consumo humano, la carne de tiburón se expende hoy en día a precios similares a la de los pescados tradicionales. Esta carne (y las aletas, empleadas para hacer sopa) se consume desde hace mucho tiempo, sobre todo en los países del este de Asia, pero hoy en día su presencia en los mercados es cada vez mayor y se compara con la carne del pez espada.

    Clasificación científica: los tiburones pertenecen a la clase Condrictios. El nombre científico del tiburón ballena es Rhincodon typus, y el del tiburón toro es Carcharhinus leucas. El nombre científico del tiburón peregrino es Cetorhinus maximus, el del tiburón tigre es Galeocerdo cuvier, el de la mielga es Squalus acanthias, y el del tiburón blanco es Carcharodon carcharias. Los peces martillo componen la familia Esfírnidos. El nombre científico del tiburón azul o tintorera es Prionace glauca. El marrajo es una especie cosmopolita, bastante común en las costas europeas. Otras dos especies frecuentes en el Atlántico y el Mediterráneo son el cazón, Galeorhinus galeus, y el zorro marino, Alopias vulpinus.

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