Criminología genética y factores endógenos de la
criminalidad.
Wael Hikal, Licenciado en Criminología por la Universidad Autónoma
de Nuevo León, Presidente de la Sociedad Mexicana de Criminología Capítulo Nuevo
León A.C. Miembro de la Sociedad Internacional de Criminología. Facultad
de Derecho y Criminología.
Palabras clave: Criminología, Genética, Biología.
Key words: Criminology, Genetic, Biology.
INTRODUCCIÓN
La relación entre los cambios del cuerpo, las enfermedades
corporales, las enfermedades mentales y la criminalidad; se basan, en parte a
los procesos biológicos entre los que se distinguen ciertos factores que
influyen en el desarrollo anormal de una persona. La Criminología nace con
el estudio de las causas de la criminalidad, primeramente comienza con el
biologismo que le atribuyeron Darwin y Lombroso, posición que permaneció fuerte
durante más de cinco décadas, posteriormente pasó al psicologismo y a la
psiquiatrización al considerar al sujeto criminal como un sujeto trastornado, pasados
los años, la nueva corriente fue la del sociologismo, pero en la actualidad, la
tendencia es multifactorial, aunque se ha abandonado en mucho la perspectiva de
nacimiento de la
Criminología. Por lo anterior, es necesario conocer de éstos
distintos enfoques para que el Criminólogo se oriente por alguno de éstos o
considere a todos para el entendimiento causal de la criminalidad, el caso que
aquí ocupa es el de la
Genética, la
Biología y la Endocrinología.
BIOLOGÍA Y GENÉTICA
La
Medicina y la
Biología han tenido mucha influencia en la Criminología; de
hecho, de acuerdo con el jurista colombiano Alfonso Reyes Echandia “las
corrientes positivistas buscaron ansiosamente la explicación del delito en
alteraciones orgánicas”. (1) Por otra parte, la Genética es el estudio
científico de cómo se transmiten los caracteres físicos, bioquímicos y de
comportamiento de padres a hijos.
En 1802, simultáneamente, De Lamarck y Reinhold
(considerados éstos como “los Padres de la Biología”) propusieron el término Biología para
designar con él según De Lille Borja “la ciencia que se ocupa de los seres
vivos y de los fenómenos que en ellos tiene lugar”. (2)
Para el Dr. José Aróstegui: “la ciencia biológica trata de
localizar e identificar en alguna parte del cuerpo humano un factor patológico,
disfunción o trastorno orgánico que dé una explicación a la conducta delictiva.
La localización que la biología pretende establecer la lleva a cabo a través de
una serie de especialidades como la ciencia antropológica, biotipológica,
endocrinóloga, genética, neurofisiológica, bioquímica, etc.” (3)
Soria Verde opina que: “esta visión es una de las más
antiguas y sostiene que la aparición de criminales es consecuencia de su
constitución genética. Aunque actualmente la pregunta se ha de responder no es
tanto cuánto influye, sino cómo lo hace. En dicho sentido diversos estudios
sostienen que los genes influyen en la motivación para la conducta criminal.
Para demostrar su influencia se han realizado diversos tipos de investigaciones
centradas en los estudios de familias, gemelos, de niños adoptados y el
síndrome XYY.” (4)
Las corrientes biológicas son las que mayor parecido tienen
con las ideas propuestas por Lombroso, ya que parten de que el delincuente es
distinto del no delincuente. Y es en este factor de diferenciación donde reside
el porqué del hecho criminal. Centra sus estudios en la búsqueda de un
trastorno. En 1961 se descubre una malformación cromosómica (XYY) y se cree
haber encontrado la causa de la criminalidad, sin dejar de tener en cuenta las
estructuras psicopatológicas de la criminalidad. A esto se le llama como el
súper hombre por su doble “Y”, así volvemos a Lombroso con su delincuente nato.
No se afirma que sea con seguridad la presencia de cromosomas criminales en
ciertos seres humanos, pero sí se puede afirmar sobre bases médicas y
estadísticas que determinadas personas nacen con ciertas enfermedades que entre
otras características están las de violencia: esquizofrenia, autismo, síndrome
Down, entre otras. Lo referente a la influencia de la familia se verá en el
capítulo correspondiente al factor criminógeno familiar.
Nuevamente Aróstegui señala que: “los elementos de
naturaleza biológica han tenido a lo largo de la historia un reconocimiento en la Criminología, aunque
es cierto que, pese a ello, tuvieron una importante crisis en los años
cincuenta del siglo XX, que vino provocada por cuestiones éticas, crisis que ha
sido remontada en las dos últimas décadas (...). Sectores aislados de la
investigación, con sustento en los nuevos descubrimientos biológico-genéticos,
afirman que el origen de la conducta delictiva hay que encontrarlo en estos
descubrimientos, y con base en ellos pretenden hacer desaparecer del mapa
jurídico la categoría culpabilidad por la indemostrabilidad del libre albedrío,
cuestión que la doctrina Penal ha rechazado de forma unánime. Sin embargo, se
admite, como afirma Bordieu, que existen múltiples características individuales
innatas que pueden incrementar el riesgo de conducta agresiva; igualmente, se
admite que esa posibilidad se presente o no en función de las condiciones
ambientales, en definitiva, supone establecer una correlación entre la conducta
delictiva y la constitución biológica, como así se ha reconocido en las escasas
investigaciones realizadas en España en las que se admite que entre los
delincuentes y no delincuentes hay una diferencia de inteligencia”. (5)
CRIMINOLOGÍA BIOLÓGICA
La psicóloga clínica Angie Vázquez Rosado considera que:
“estamos en un momento histórico crucial donde la nueva tecnología
investigativa habrá de ayudar a entender mejor con evidencia clara y
contundente el verdadero espectro de posibilidades en variables de índole
biológica, orgánica, congénitas o heredadas.” (6)
Para Werner Wolff “el organismo es una unidad en la que
cualquier cosa que afecte el cuerpo también afecta la organización psicológica
e, inversamente, cada cambio psíquico producirá el correspondiente cambio
somático”. (7)
La
Criminología Biológica busca las bases fisiológicas del
comportamiento anormal de los seres humanos que los predisponen a la
antisocialidad. Investiga la causalidad física; es decir, la relación entre el
hecho somático y la criminalidad o el comportamiento violento. Esto es algo
complicado que requiere de estudios profundos.
El antecedente de ésta son los estudios de Lombroso, Di
Tullio, Sheldon y Quiroz Cuarón, entre otros, quienes estudiaban la anatomía y
la fisiología de los delincuentes. Otro antecedente es la lobotomía o
psicocirugía (que consiste en agredir las células conectoras de los lóbulos
prefrontales) y la introducción de microelectrodos (que permitía el monitoreo y
el control de la conducta). (8) Estos antecedentes han dejado asentado que la
criminalidad, la violencia y la predisposición a la antisocialidad es
demostrable, si se refuerza con estudios psicológicos y sociológicos brinda un
panorama más preciso sobre dicha conducta; por ejemplo, el alcoholismo y
drogadicción de los padres a los hijos, la violencia, la vagancia, entre otras
conductas que son adquiridas por causas biopsicosociales.
FACTORES SOMÁTICOS DE LA CRIMINALIDAD
Endógenos se refiere a los que nacen con el sujeto y actúan
hacia el medio exterior produciendo ciertos resultados. Existe relación entre
la actividad del organismo con las conductas antisociales. Para el Dr. Solís
Quiroga “son causas endógenas somáticas las que se manifiestan en el cuerpo, se
refieren a los cambios en la estructura y funcionamiento corporal, así como las
anomalías o defectos y enfermedades corporales, hereditarias o adquiridas,
también particularidades en su desarrollo”. (9) Estas causas endógenas
somáticas que tienen efecto en la antisocialidad, serán estudiadas por la Criminología Biológica
o Genética.
La determinación de las influencias de los factores
hereditarios sobre un niño o un adulto requiere la opinión de un especialista
con conocimientos de genética humana. El Criminólogo debe tener conocimiento
del valor de sus pruebas como elementos de predicción.
EL ADN
Todas las especies de organismos tienen su origen en un
proceso de evolución biológica. Durante este proceso van surgiendo nuevos
cambios a causa de una serie de procesos naturales. Para entender lo referente
a los factores endógenos, es necesario describir algunos conceptos
operacionales que servirán para el manejo del tema.
La
Anatomía es el estudio de la forma y la estructura de los
seres vivos. La Fisiología
es el estudio de cada uno de los órganos de los seres vivos, así como el
estudio de sus funciones pero en conjunto, es el estudio de los procesos
físicos y químicos que tienen lugar en los organismos vivos durante la
realización de sus funciones necesarias para la vida.
La ciencia está descubriendo una de las realidades más
sorprendentes de la herencia. Ésta ayuda a explicar los factores endógenos de
la antisocialidad. La ciencia tiene un entendimiento más claro del mecanismo,
que es tan preciso, que cumple continuamente con una serie de cambios. Esto
tiene que ver con la sustancia llamada ADN, que son las siglas al nombre de
ácido desoxirribonucleico. Cada ser vivo posee un código genético propio. Este
código contiene todas las informaciones indispensables para el desarrollo de
nuestro organismo; y claro, lo que determina nuestra tendencia hacia la
antisocialidad. El ADN es el portador de la clave de la herencia.
Según Lombroso, puede existir en determinadas personas que
debido a rasgos hereditarios o genéticos, hay un desarrollo direccional hacia
la criminalidad. Este desarrollo direccional puede disminuirse o aumentarse
mediante la acción tanto de circunstancias internas como externas. Pero no todo
el desarrollo se deriva de la herencia o se predestina por el ADN, los
individuos están expuestos a diversas influencias externas e internas; algunas
experiencias tienen mayor impacto que otras, si el entorno se cambia, ellos
cambian.
DELITO Y HERENCIA
Las características criminales o antisociales parten del
estudio de los elementos de la predisposición antisocial: el sexo, la edad, los
daños cerebrales, etc. El estudio de estos elementos permite conocer la
predisposición antisocial individual, a la que hay que agregar el estudio de
las condiciones ambientales como la familia, la situación económica, trabajo,
grupos sociales, etc. Todo esto pretende explicar el cómo un ser humano se
convierte en antisocial. Los estudios de la herencia tienen conclusión en el
área crimino-biológica.
También es importante saber la influencia de las emociones y
los vicios de la madre sobre el bebé. Los Médicos, Psicólogos y Criminólogos
desarrollistas saben que el ambiente prenatal afecta profundamente al feto. La
placenta lo une con la madre, permite que pasen los alimentos y a través de
ella se expulsan los desechos; sin embargo, no puede impedir el paso de todas
las sustancias nocivas, de modo que la embarazada deberá seguir una dieta sana
y no tomar drogas (entre ellas, el alcohol y el cigarro), evitar en lo posible
las enfermedades contagiosas y los ambientes que causan estrés. Esto tendrá
consecuencias de estrés fetal, causando un desorden psicobiológico; por
ejemplo, podemos ver como hay niños que nacen con alcoholismo fetal.
Por otro lado, se define a los enfermos mentales con
tendencia a las conductas antisociales a los que desde muy pequeños presentan
cierto defecto mental permanente unido a una fuerte tendencia al vicio o al
acto antisocial. A continuación, en base a la reunión de diversos estudios
sobre la Genética
Criminal recopilados por la Dra. Angie Vázquez, se
transcriben los de mayor importancia y relación en el tema de los factores
endógenos de la criminalidad, aclarando que este trabajo no pretende llegar a
la totalidad de factores ni profundizar en el tema, pues ocuparía demasiadas
hojas, y solo se muestra una aproximación: (10) y (11)
a) Trastornos bioquímicos: serotonina
Richard Wurtman ha encontrado que dietas de alto
carbohidratos y bajas proteínas afectan los niveles normales de la serotonina,
neurotransmisor natural que cuando está en niveles alterados o anormales tiene efectos
cerebrales asociados con tendencias suicidas, agresión y violencia, alcoholismo
y conducta impulsiva. Las funciones normales de la serotonina son la regulación
de la excitación, los estados de ánimo, la actividad sexual, la agresión y el
control de los impulsos. Jeffrey Halperin comparó varones agresivos con no
agresivos, ambos con diagnósticos de ADD (déficit de atención) combinado con
diagnósticos de hiperactividad. Se les administró la droga fenfluramina, que
provoca respuestas en el sistema serotoninergénico. Los resultados mostraron
cambios positivos en los niños agresivos al bajarle los niveles de serotonina.
Matti Virkkunen cree haber identificado variaciones genéticas específicas que
predisponen algunos individuos hacia la conducta suicida. Tomando casos de
jóvenes ofensores violentos, descubrió que una variante del gene THP
(tryptophan hydroxylase) cuyos códigos producen una enzima necesaria para la
biosíntesis de la serotonina, estaba asociada fuertemente con los intentos
suicidas irrespectivo a si los jóvenes eran, o no, impulsivos. Un segundo
estudio demostró que bajos niveles del metabolito 5-HIAA (localizado en el
líquido cerebro espinal) están asociados con pobre control de la conducta
impulsiva (sobre todo en alcohólicos). También, estudios en monos
consistentemente demuestran altos niveles de agresividad cuando los niveles de
serotonina son bajos.
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