España



España (nombre oficial, Reino de España), monarquía constitucional de Europa suroccidental que ocupa la mayor parte de la península Ibérica; limita al norte con el mar Cantábrico, Francia y Andorra; al este con el mar Mediterráneo; al sur con el mar Mediterráneo y el océano Atlántico y al oeste con Portugal y el océano Atlántico. La dependencia británica de Gibraltar está situada en el extremo meridional de España. Las islas Baleares en el Mediterráneo y las islas Canarias en el océano Atlántico, frente a las costas del Sahara Occidental y Marruecos, constituyen las dos comunidades autónomas insulares de España. También son parte integrante del Estado español, aunque estén situadas en territorio africano, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como tres grupos de islas cerca de África: el Peñón de Vélez de la Gomera y las islas de Alhucemas y Chafarinas. La extensión de España, incluidos los territorios africanos e insulares, es de 505.990 km². Madrid es la capital y la principal ciudad del país.



España ocupa el 85% de la península Ibérica y está rodeada de agua por casi el 88% de su perímetro; su costa mediterránea mide unos 1.660 km de largo y la atlántica unos 710 km. La amplia y continua cadena montañosa de los Pirineos, que se extiende a lo largo de 435 km desde el golfo de Vizcaya hasta el mar Mediterráneo, forma frontera natural con Francia, al norte; en el extremo sur, el estrecho de Gibraltar que mide 12 km separa la península y el norte de África.

La característica topográfica más importante de España es la gran planicie central, poco arbolada, llamada la meseta Central, que tiene una inclinación general descendente de norte a sur y de este a oeste, con una altitud media de unos 610 m. La Meseta se encuentra dividida en una sección septentrional (submeseta Norte) y otra meridional (submeseta Sur) por una cadena montañosa, el sistema Central, del que forman parte las sierras de Gredos y Guadarrama. Los montes de Toledo accidentan la submeseta Sur.

Otras cadenas montañosas, como la cordillera Cantábrica, al norte, el sistema Ibérico, al este, y sierra Morena, al sur, constituyen los rebordes de la Meseta y la separan de la orla cantábrica y Galicia, el valle del Ebro y la llanura levantina y del valle del Guadalquivir, respectivamente. Entre muchas de estas montañas se abren valles estrechos drenados por ríos rápidos, como Lozoya, Sil, Jerte o Jiloca.


La llanura costera es estrecha, salvo en la costa levantina y en el golfo de Cádiz, no suele medir más de 32 km de anchura, y en muchas áreas está quebrada por montañas que descienden abruptamente hasta el mar formando promontorios rocosos y calas, como en la Costa Brava. El área costera septentrional y noroccidental tiene varios puertos destacados en el fondo de abrigadas rías, en particular a lo largo de la costa gallega. Las cordilleras Costeras catalanas, en el noreste, y las sierras o sistemas Béticos, al sur, completan la serie de cordilleras importantes de la península. En dos de estas cadenas montañosas principales, Pirineos y sierras Béticas, existen elevaciones que superan los 3.000 m de altitud. Los picos más altos de la península son el pico de Aneto (3.404 m) en los Pirineos y el Mulhacén (3.477 m) en sierra Nevada, en el sur de España. El punto más elevado de todo el territorio español es el pico del Teide (3.718 m), situado en la isla canaria de Tenerife

Los principales ríos de España fluyen hacia el oeste y suroeste para desembocar en el océano Atlántico; por lo general, discurren por cursos profundos y rocosos a través de los valles de las montañas. Estos ríos son el Duero, el Miño, el Tajo y el Guadiana que nacen en territorio español y fluyen a través de Portugal —o constituyen la línea fronteriza con este país— hasta desembocar en el Atlántico. El Guadalquivir, que atraviesa una fértil llanura en el sur, es el único río navegable de España, aunque sólo para barcos de poco calado, en sus últimos 100 km, desde Sevilla hasta su desembocadura. El Ebro, el más caudaloso de España, lleva la dirección contraria, noroeste-sureste, y pertenece a la vertiente mediterránea. La mayoría de los ríos españoles son poco caudalosos y por tanto no aptos para la navegación interior, aunque se utilizan ampliamente para regadío y, en sus cursos alto y medio, tienen un importante aprovechamiento como fuente de energía.



El clima de España es predominantemente mediterráneo, especialmente en la costa mediterránea y Baleares. Se caracteriza por inviernos templados, salvo en el interior o las montañas, y veranos muy calurosos, con precipitaciones por lo general insuficientes, aunque las características físicas variadas del país determinan diferencias climáticas pronunciadas. A lo largo de las costas del mar Cantábrico y del océano Atlántico el clima es oceánico, por lo general húmedo y templado. La meseta Central tiene un clima mediterráneo continentalizado o de interior, con unos veranos tan áridos que muchos riachuelos se secan, la tierra se agosta y las sequías son frecuentes. La mayor parte de España recibe menos de 610 mm de precipitaciones anuales; las regiones montañosas del norte y centro son más húmedas. En la zona centro, el invierno es muy frío, mientras que las temperaturas durante el verano se pueden elevar hasta superar los 40 °C. Como contraste, la costa sur mediterránea goza de un clima subtropical; Málaga tiene el invierno más suave de Europa, con 12,5 ºC de temperatura media mensual en enero. Las islas Canarias poseen un clima tropical, cálido y seco; Santa Cruz de Tenerife tiene 17 ºC de temperatura media en enero.


Recursos naturales

El país tiene muchos recursos minerales, en especial cobalto, cobre, mineral de hierro, plomo, carbón, lignito, manganeso, mercurio, potasio, tungsteno, caolín, yeso, sal, plata, azufre, estaño y cinc; también cuenta con pequeñas cantidades de gas natural y petróleo
Flora y fauna


Sólo un tercio de España es área forestal, el dominio de árboles y arbustos. Los bosques se encuentran sobre todo en las laderas de las montañas, siendo más abundantes en el norte y noroeste. Las especies más comunes son la encina, en las zonas bajas, y el pino, en las montañas. El alcornoque, del cual se puede extraer corcho cada diez años, también es abundante y crece principalmente en Extremadura y Girona. A lo largo de los ríos de todo el país crecen chopos y el cultivo de olivos es una importante actividad agrícola. Otras especies destacadas son el olmo, el haya, el roble, la sabina, el eucalipto y el castaño. Los arbustos y herbáceas forman la vegetación natural común en gran parte del país. En los suelos sueltos y arenosos crecen vides. El esparto, que se utiliza para la fabricación de papel y distintos productos de fibras, crece de manera natural en las zonas secas del sur y sureste. En la costa mediterránea se cultivan la caña de azúcar, naranjas, limones, frutales, higos y almendras. Las castañas son características de regiones húmedas y suelos silíceos.


La fauna española, una de las más variadas del continente europeo, comprende especies como el lobo, oso, lince, gato montés, zorro, jabalí, cabra montés, ciervo y liebres. Las aves son abundantes, con numerosas especies de rapaces, como águilas, buitres, alimoches, quebrantahuesos, halcones, azores, búhos y lechuzas, así como otras especies como grullas, avutardas, flamencos, garzas y patos. Abundan también los insectos. En los arroyos y lagos de montaña son frecuentes peces como el barbo, la tenca y la trucha.

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