Culebra de agua

Culebra de agua, nombre común de cualquiera de ciertas especies de serpientes de costumbres acuáticas o semiacuáticas que se distribuyen por todo el mundo. Se caracterizan por las escamas grandes que recubren su cabeza y que por lo general presentan una disposición típica dependiendo de la especie. La mayoría de las culebras de agua son diurnas y tienen los ojos bien desarrollados, casi siempre con la pupila redonda. Suelen ser aglifas, es decir, que carecen de dientes especializados para la inoculación de veneno. El cuerpo está cubierto de escamas romboidales en la zona dorsal y lateral, mientras que en el vientre las escamas se ensanchan y se disponen en una única fila. Son ovíparas.

En la península Ibérica hay dos especies de culebras de agua, la culebra de collar o culebra de agua, y la culebra viperina o culebra de agua común. Ambas están ampliamente distribuidas por la península Ibérica y la segunda especie ha sido introducida en las islas de Mallorca y Menorca. Tienen costumbres similares, aunque la culebra viperina es más acuática que la culebra de collar. Son diurnas y se alimentan de ranas, sapos, tritones, renacuajos y peces.

Algunas representantes de América Latina son la culebra de las salinas, de los estados mexicanos de Guerrero y Michoacán; la culebra acuática manchada, del noreste de México y sur de Estados Unidos, que tiene el vientre amarillo y la cola roja; la surucucuraná de Brasil, Uruguay y Argentina; la ñacaniná de Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina, con sus tonos amarillos y verde olivo y grandes manchas negras, que también se llama víbora ladradora porque emite una especie de aullido prolongado.